"Es al sacerdote a quien Jesús ha confiado el cuidado de difundir y alimentar el fuego divino de la caridad. Para hacerlo capaz de su misión sublime le ha abierto, más que a ningún otro, los tesoros de su amor indefectible. Lo ha unido a Sí íntimamente, haciéndolo partícipe de su Eterno Sacerdocio: En efecto, el sacerdote es, con Jesús, sacerdote, pontífice, mediador, abogado, intercesor, y es también con Él ofrenda, expiación y víctima."
Todas las páginas de este libro, escrito en 1910 por la visitadina Luisa Margarita Claret de la Touche, pretenden ilustrar y profundizar en una tesis: los sacerdotes son imagen viva y transparente de Cristo Sumo y Único Sacerdote de la Nueva Alianza; a ellos, más que ningún otro, Cristo manifiesta su Corazón.
M. Luisa Margarita Claret de la Touche VSM.
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