Autor : Emmanuel Maillard
Mariam Baouardy es hija de Galilea, de familia pobre y muy creyente. Huérfana a los tres años, su tío la adopta.
Su vida es una sucesión sorprendente de manifestaciones sobrenaturales dignas de una Catalina de Siena o una Teresa de Ávila, desde los estigmas hasta los combates singulares contra Satán.
¿De dónde le viene esta sabiduría infantil y fuerte que la hace querida por todos? ¿De dónde le viene el fuego de amor que la quema? Para ella como para San Pablo «vivir es Cristo».
En el Carmelo toma el nombre de hermana María de Jesús Crucificado.
Humilde tornera y valiente constructora, será visitada por Jesús y por María.
Las palabras que transmite -auténticas perlas- nos están destinadas hoy y aclaran el futuro de nuestra humanidad angustiada.
Muere en Belén a los treinta y tres años, el 26 de agosto de 1878, poco después del nacimiento de Teresa de Lisieux.
En 1983, Juan Pablo II la beatifica.
Es difícil descubrir a Mariam sin enamorarse de ella, sin desear llegar a ser santo viviendo sus enseñanzas.